- Déjame que me enamore de ti,
aunque solo sea esta mañana
aunque solo sea este instante.
-No puedes, ya lo sabes
- Corrijo, no podemos. Yo ya me estoy derritiendo
con las fraguas de tus ojos, como si me
acribillaran con torturas que acabaran en éxtasis.
- ¿Por qué no dejas de soltar poesía por la boca?
¿Por qué no mejor callarte y besar?
- ¿Por qué no simplemente dejarte enamorar?
Sí, te beso y bien sabes que así podría ser feliz,
pero en el momento en el que me devolviste esa
mirada felina decidiste involucrarte, lo que pasa
es que tienes miedo.
- ¿A qué?
- A dejar el amor viejo y querido, tu vida y tus costumbres, el te quiero
por las mañanas, las plantas y las flores de la ventana, sentirte niño
jugando en el parque como una excusa, pensar en el amor nuevo
mientras planeas tu tarde, saber que lo nuestro es ya....
inevitable.
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