Esta chica, llamada Crystal Renn, es una de las pocas supermodelos talla XL del mundo. Esa de la foto izquierda es la misma que la de la foto derecha, solo que aquella con una talla 34 y la otra, con una feliz, según ella misma afirma, 42.
Su historia, en cierto modo, está vinculada a todas nosotras, en algún momento de nuestra vida en el que sentimos que el peso pesa más (valga la redundancia) que las propias ideas, la elegancia y los sentimientos. La moraleja de esto no es que todas nos pongamos a comer para alcanzar una talla 42 (a mí tampoco me hace falta, porque ya la tengo) sino que si no estás contenta con tu cuerpo debes poner remedio. No tienes por qué sentirte infeliz estando gorda, y tampoco, como en el caso de Crystal, siendo delgada.
Y qué queréis que os diga, personalmente no cambio mi buena chuleta por un verdura cruda y bebidas light. Ale, y que aproveche.
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