martes, 19 de junio de 2012

Para seguir cuerdos


Para seguir cuerdos leer los libros en lugar de los periódicos.
Cambiar el autobús por un paseo.
Mirar a los ojos en vez de al suelo, lamer los besos y no las heridas.

Para seguir en tu sano juicio comulgar con mis pasiones y no con mis creencias. 
Mostrarme tus credenciales
esconderme el pasaporte.

Para seguir cuerdos.
Para seguir en nuestro juicio sin jueces. Que sentencien la locura que nos torna prudentes.
Convertirnos en chiflados que derriben las miradas de la multitud.
Y quererte.

sábado, 16 de junio de 2012

Una noche exactamente igual de diferente


Entramos en aquel bar pensando que sería diferente. Solo había un par de chicas borrachas y hombres invitando a pintas. El camarero parecía estar buscando algo que se le había perdido, quizá el número de teléfono de una de las chicas borrachas. Nos reímos, hablamos en serio y salimos de allí fumando el aire por el camino. Ese bar era diferente. En ese momento me di cuenta de que ya no era lo mismo. De que algo había cambiado y mi vida solo pertenecía a la ciudad, pero ya a ninguna persona.

lunes, 4 de junio de 2012

Oda al pizzaiolo


El chico de la pizzeria me sonríe de oreja a oreja cada vez que entro por la puerta. Tiene los ojos cada vez más brillantes y azules y no puedo dejar de reirme cada vez que me acerco.
Me siento en un rincón para alejarme de él pero en seguida me pongo a mirar sus ojos fijos en mi pelo. Me lo imagino recorriendo 1000 kilómetros descalzo por mi sonrisa y los ojos se me iluminan.
Es solo el chico de la pizzeria, pero es mi chico de la pizzeria.
El que quizás se merezca una oda, al que quizás desnudaría a solas. Una contradicción, una espera, una pasión. Y después, una dulce y calmada entrega.