Hay preguntas que nunca nos hacemos. ¿Qué es la felicidad? Eso es lo que le preguntó Marlène, una mujer mexicana pobre, a la reportera. Quería saber algo a lo que ella no tenía respuesta, porque no es algo que se pueda describir con palabras, es algo que simplemente se siente.
Después de conocer un poco más un mundo lleno de obstáculos en el que se suceden los malos tratos, la mina, la incomunicación y la falta de higiene todos son supervivientes. No. Son algo más. Héroes.
Ya se me iban derramando dos lagrimones cuando yo me hice otra pregunta: ¿Qué es lo que nos da la felicidad?
Marlène me respondió... "yo sería feliz con mis hijos, tranquila, sola, sin que mi marido venga borracho a quemar la casa, no más" No más.
Me entra la risa, para lo que nosotros son derechos para ellos son deseos. Pero ella está otra vez sola, quien sabe si aún viva, evitando sonreir y mirando hacia abajo.
Porque en sitios como este te encuentro y me sonríes, mi alma no se contenta con haberte conocido.
Me ha llamado la atención tu texto... yo estuve hace unos meses en Perú y realmente te vas con la impotencia de no poder hacer nada más de lo que has dejado hecho allí. Yo que pensaba que se podía cambiar el mundo...
ResponderEliminarMoriremos todos en el 2012, gracias
adiós