Las patatas fritas, los días de lluvia, los besos robados, los mensajes de móvil, las novelas de García Márquez, las sandalias en verano, Nerja, jugar al trivial, Caetano Veloso, estrenar ropa, las siestas en el sofá, un masaje en los pies, meterse en la cama en invierno, que tu perro te reciba cuando abres la puerta, los chistes de los niños, hacer un rompecabezas, compartir un paragüas, el silencio, el mar, el sol en invierno, la música, los amigos que aguantan el paso del tiempo, el café de la tarde, los reyes magos, el olor de las sábanas limpias, con faldas y a lo loco, el vino tinto y el jamón serrano, los primeros novios, los últimos, la ducha después del gimnasio, mojar pan, las películas de amor....
Las tardes de no hacer nada, fresas con nata, tomar un caldo arropada por una manta y mirando la ventana en invierno, salir a ver llover, hacer un muñeco de nieve, sentirte la nariz roja cuando hace frio, inventarte una comida exquisita, las puestas de sol, el viento en la cara, los puentes, Sevilla atardeciendo, los profesores guapos, los banquetes de boda, la imaginación, la ironía, encontrarse una moneda en la calle o en el bolsillo de aquel viejo pantalón, mojarse en la lluvia, la llamada del día después, las lágrimas por las películas, compartir las palomitas, mirar a alguien mientras duerme, las sorpresas, oler un perfume que reconoces de la infancia, las reconciliaciones, los reencuentros, las confesiones..
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